La mayor parte de mi producción es abstracta, o casi. Los “ensueños” hacen referencia a una realidad recordada o imaginada, temida o idealizada. Las “abstracciones” se refieren a sí mismas; son el objeto, el “aquí y ahora” de la pintura. Paradójicamente, la pintura abstracta es la más concreta: lo que ves y nada más. Pero tiene un gran potencial evocador. Así que rectifico: lo que ves y todo lo que al verlo pones de tu parte.