Cén!

La meticulosidad de los detalles que ritualmente se repiten: teja a teja en este cuadro, loseta a loseta en el anterior, y así, hasta el infinito. Lo que me gusta de tus cuadros, con sinceridad, es que ayudan a detenerse. Y detenerse es bueno. Saber contemplar es otra forma de arte cuyo anonimato es también una garantía de solidez. Porque uno cree que estamos faltos de esa solidez que caracteriza al espíritu de lo real. Sé que me arriesgo a parecer pedante, pero es que, coño, no se me ocurre otra forma de decirlo. Nada más grandioso que unas judías verdes, que una hoja de laurel o que tus tejas/losetas. Porque cada una es distinta. Y por ser distintas forman un conglomerado único. Pero ese conglomerado no podría existir sin la particularidad de cada una de ellas. Es como follar con amor, algo tan infrecuente en los tiempos de las redes sociales y vómitos por el estilo. Se puede hacer el amor con un manojo de lentejas, con un tejado o con una mujer. Siempre es el mismo amor.

Y ya lo dejo, perdóname. La culpa de lo que te escribo la tienen tus cuadros.

Me parece muy bonito, no es un paisaje, ni tiene volumen, es simplemente un detalle, ¡pero que detalle!, y, además con ese título ya queda bordado.
Muy bueno la sombra de las tejas y el colorido de las mismas y ya el bajante de la derecha...........

Hala que majico!! Desde luego de la mia siii..